Luis Miguel y Jader, dos hermanos nacidos en San Pedro Sucre y residentes en Barranquilla. Impulsados por el dolor que ha causado el fenómeno de las lluvias en nuestro país y llenos del sentimiento Caribe, emprendieron la obra de llegar hasta el sur del departamento del Atlántico acompañados de unos amigos, y con el corazón en la mano le brindaron una pequeña ayuda a la gente damnificada por el fuerte invierno.
Es necesario anotar, que para llegar a estos pueblos, no es fácil, ya que a pesar de estar situados a orillas de una carretera importante para el país, ésta se encuentra casi perdida dentro de la feroz agua que arriba desde el río Magdalena.
La impresión más grande es ver el agua hasta el techo de las viviendas, allí la gente recorre las calles en canoas, como en ciudades italianas, con la diferencia de que en estos sitios mora la miseria y el dolor de quienes aún se encuentran en el sitio y de quien llega a dar una voz de aliento y de esperanza.
Sólo Dios quien hoy da la fortaleza y derrama bendiciones, sabe cuando cesarán las lluvias y cuándo descenderá el nivel de las aguas, así como también, él dará el alivio de cada pueblo y de cada familia afectada.
Ojalá y con el corazón en la mano, podamos hacer este gesto. ¡Un abrazo para mis primos!