lunes, 17 de marzo de 2014

Con mi cajita de herramientas

Al iniciar el nuevo año escolar son muchos los cambios que se presentan en torno al proceso educativo que debe impartirse y que pensando en el mejoramiento continuo hacen del quehacer pedagógico una actividad cada vez más comprometida en el docente y en el estudiante como ente vivo y constructor de una sociedad desenfrenada en algunos campos.


Hoy quizás, y más que nunca, se necesita del papel entusiasta de un docente íntegro, objetivo y actualizado no solo con las exigencias y lineamientos que emana el Ministerio de Educación Nacional y el mundo académico y administrativo en general, sino con los cambios tecnológicos y en especial todos los cambios sociales y culturales que nutren la existencia  de los individuos en cada rincón geográfico de nuestro país.

Es evidente ofrecer al alumno las pautas, los conocimientos, las normas y conductas deseadas que marcarán de forma constructiva e íntegra su persona como alumno y mañana como profesional comprometido con su familia y su entorno social. Es por ello que se hace necesario en el estudiante portar desde el primer día de clases aquella cajita de herramientas, que de manera imprescindible debe de estar ocupada en gran espacio por una buena actitud del alumno, ésta es una gran herramienta que hará de forma fácil, dinámica y enaltecedora un gran educando, ya que ayuda a un mejor desempeño en las clases y en la casa, lo que se verá reflejado en los informes académicos y disciplinarios que se hacen de forma periódica. Una buena actitud hacia el estudio le proporciona entonces, éxitos en la vida.

Otras herramientas que deben contener la caja son los valores éticos y morales que hacen la muestra de un alumno respetuoso y competente en lo ciudadano, lo que lo llevará en su larga formación a diferenciarse de aquellos individuos que por diferentes motivos, a veces por problemas económicos o familiares, no eligen asistir a colegios o escuelas y se caracterizan en general por su mal vocabulario, poseedores de malos ademanes, y que terminan casi siempre cayendo en situaciones de adicción a las drogas, alcoholismo, prostitución, vandalismo, problemas familiares, jurídicos, de malos vicios, y fracasos personales. Un alumno muy bien formado y competente en lo ciudadano es aquel que aparte de mostrar un claro y buen comportamiento en la escuela y fuera de ella, es capaz de ayudar a aquellos amigos, familiares y demás individuos con problemas, y dar un buen consejo o compartirle su conocimiento para así mejorar su contexto social y contribuir al cambio en general.

Dios nos dice en su palabra: “cambia tu manera de pensar, para que cambie tu manera de vivir” (Romanos 12:2), es decir, no necesitas vivir en una mansión para ser otra persona, ni en otro barrio, ni en otro colegio para lograr ser otro estudiante, tan solo se necesita cambiar  nuestra manera de pensar.  Si usted piensa continuamente que es un fracasado, lo será. La Biblia enseña: “Como él piensa en su interior, así es él” (Proverbios 23:7)

Articulo elaborado por: Milton Steer Amell. Licenciado en Ciencias Sociales

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